«Deorma» ha sido producida por Mario Breuer, un nombre reconocido en la industria musical que ha trabajado con artistas tan influyentes como Charly García, Fito Páez y Luis Alberto Spinetta. La colaboración entre Keta Lenis y Breuer promete una experiencia auditiva enriquecedora, donde la fusión de estilos vocales y instrumentales da lugar a un resultado sorprendente.
Esta canción es el tercer adelanto de su álbum debut titulado «Reimaginar». Como su nombre lo sugiere, el disco está modelado por las emociones profundas que surgen de las experiencias vividas, abordando la temática de la transformación personal. Keta Lenis busca conectar con sus oyentes a través de letras que resuenan y melodías que perduran en la memoria.
Fue escrito durante un período de introspección profunda en Tolhuin, Tierra del Fuego. Fue en ese pequeño pueblo —cuyo nombre significa «corazón» en lengua selk`nam— donde comenzó a gestarse esta canción: al calor del fuego, bajo la primera nevada del invierno, y tras un año de habitar el infinito sur patagónico.
En palabras del propio Keta, Deorma emergió como «una respuesta o reflejo de un proceso interno que aún no comprendía del todo. Una forma de procesar lentamente la sensación de desintegración y de trazar el camino de regreso hacia algo parecido a la integridad». Así, la canción se convierte en una suerte de balada post-colapso, flotando entre memorias, pérdidas y transformaciones.
El nombre Deorma nació por accidente: un borrador que terminó dándole sentido al todo. «Evoca un estado mental suspendido, entre la vigilia y el sueño, donde la mente se fractura y el tiempo se vuelve difuso», señala Keta. De alguna manera, esa palabra encarna el pulso emocional de la canción y de su título completo: El Ocaso de los Sueños Olvidados».
Musicalmente, Deorma entrelaza guitarras acústicas con tintes grunge, riffs eléctricos rotos, sintetizadores flotantes y un piano que crece con una hinchazón emocional lenta.
La producción oscila entre lo íntimo y lo onírico, con una atmósfera que permite habitar lo incierto, lo nostálgico y lo transformador.
Con Deorma, Keta no busca entregar un mensaje cerrado, sino evocar un estado de fragmentación, de subconsciencia. «Quisiera que, al escucharla, alguien sienta que entra en un sueño —o en una memoria— quizá no del todo suya, pero que de algún modo le resulta familiar. Y que, al menos por un instante, se deje llevar hacia esos sueños que alguna vez tuvo y olvidó».
Escúchala con audífonos, a solas o bajo la lluvia, y deja que te lleve a ese lugar donde aún viven los sueños olvidados.