La leyenda del Flamenco en el Caras y caretas 5 de Junio!

La Guía del Ocio te acerca este musical a puro flamenco que llega los primeros días de Junio.

Reconocida internacionalmente como una institución del arte flamenco. Por su personalidad única y estilo auténtico, representa el baile trianero más puro y tradicional.
Miembro de una generación de artistas flamencos que han hecho historia, como Camarón de la Isla, Concha Vargas, El Lebrijano y Fernando Romero
y ha sido de las intérpretes privilegiadas de Antonio Farruco, Antonio Gades y Mario Maya.

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Sevilla aún tiene algunas figuras del baile. La mala memoria o el mercadeo de moda en el flamenco ponen arriba a quien debe sentarse en un escalón para admirar los brazos, la rabia y el gesto de una bailaora de categoría. Una buena persona en cuya humildad y campechanía radica parte de su genio. Porque cuando se puede comer una berza de su olla, te hace un puchero o le regala su baile y compañía al más pintao, se confunde la bondad con la grandeza de una artista de primer orden. Porque hablar con ella de tú a tú parece que la achica aunque ocurre precisamente lo contrario. Antes que artista, persona. Un corazón que se desborda. Esa es Carmen Ledesma.

Considerada una leyenda viva del flamenco.

Ledesma nació en Sevilla en 1956 es discípula de Enrique El Cojo. Se inició artísticamente a los cuatro años, obteniendo el premio de Galas juveniles. Debutó profesionalmente en 1970, en su ciudad natal, y al año siguiente realizó una gira durante seis meses por Sudamérica. Asu vuelta comenzó su participación en los festivales andaluces y en los principales tablaos flamencos.

En 1983, obtuvo en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba el premio La Macarrona, y Entre los momentos mas altos de su carrera se encuentra haber participado en 1986 de la tercera cumbre flamenca de Madrid en el Teatro Alcalá Palace, con el espectáculo «Cantando la pena, la pena se olvida» en compañía de Calixto Sanchez, Currillo de Bormujos, Maria La Burra, Chano Lobato, y otros destacados artistas. Además en 1987 realizo una intervención en Las Noches Flamencas del ciclo artístico los Veranos de la Villa, de Madrid.

«La gente puede aprender a bailar flamenco. Pero el flamenco aquel de minorías, de arte, de improvisación, el que hacían Matilde Coral, Trini España, Farruco o Rafael el Negro, es difícil de mantener»

Actuaciones que alternó en todos estos años con distintos recorridos artísticos por escenarios de Europa, América y Asia, frecuentemente junto a Curro Vélez, en el conjunto Fiesta Gitana. Y es solicitada en todo el mundo para embriagar con su arte o entregar su docencia a los nuevos valores del flamenco.

Hoy en día, su experiencia en el tablao le permite afirmar que:

«No hay bailes chicos ni bailes grandes, el flamenco que a mí me gusta es la soleá, la siguiriya, el taranto, ese flamenco rancio de poca gente. Quizá en la época de nosotros, éramos más de inspiración e improvisación. Yo entiendo el flamenco cuando le bailo a la música